Todas las citas en este artículo han sido traducidas al español.
Un obrero de construcción está de pie al lado de sus compañeros del equipo de trabajo al principio de la jornada laboral. El contratista que supervisa la obra enumera las instrucciones de seguridad para todos los trabajos peligrosos que se puedan encontrar. El contratista pregunta si todos han entendido. De acuerdo con los demás, el obrero asiente con la cabeza. Pero no ha entendido ni una palabra. Las instrucciones se dieron en un idioma que no entiende, pero prefiere el riesgo de la incertidumbre al riesgo de pedir una clarificación. Entonces, entra en la obra del décimo trabajo más peligroso en los Estados Unidos.
Entre 2010 y 2013, la tasa de fatalidad de los obreros latinos de la construcción continuó a aumentar desproporcionadamente a su porción de la industria entera, según la Bureau of Labor Statistics (BLS). Este aumento, que coincide con una decreciente tasa de fatalidad para los no latinos, ha provocado que los profesionales de la industria indaguen la raíz del problema y que busquen soluciones.
La situación
En 2010, este no era el caso, cuando los latinos constituyeron más de un 24% de los obreros en la construcción, pero aproximadamente un 23% de las fatalidades, según un análisis de estadísticas de la BLS. Las estadísticas de 2013, que combinan los que se identifican como hispanos con los que se identifican como latinos, son las más recientes de la agencia.
Sin embargo, en 2011, los obreros latinos empezaron a morir en accidentes en la obra de construcción a una tasa más alta que la tasa de los obreros no latinos. Durante ese año, la construcción era más de un 24% latino, y el grupo representó más de un 26% de las fatalidades. Este aumento continuó en los años subsiguientes. En 2012, los latinos constituyeron más de un 24% de la construcción, y más de un 27 de las fatalidades. Después, en 2013, su representación de la industria subió a un 25.5%, y representaron más de un 29% de las fatalidades.
A la vez, la porción de muertes de los obreros no latinos relacionada con todas las fatalidades continuó a disminuir durante los cuatro años, a la inversa de los latinos.
Muchas veces, los obreros latinos usan la industria de la construcción como su camino a la seguridad económica. En 2014, constituyeron un 16% de la mano de obra entera, y un 27% de la construcción, según la BLS. Jorge Perez, director de la Hispanic American Construction Industry Association (HACIA) en Illinois, dijo, “Entendemos que los hispanos usan la construcción como su ruta, nuestra ruta, a la clase media.”
Por supuesto, cuando los obreros latinos continúan a ingresar en la construcción, su tasa de fatalidad aumenta. Sin embargo, si otros factores no estuvieran ocurriendo, la tasa no subiría a un nivel más alto que su porción de la industria.
Las estadísticas de 2013 de la BLS son preliminares, porque la agencia no emitirá los números finales hasta el final de la primavera. Típicamente, los números de fatalidades aumentan después de la revisión.
Robert Matuga, el vicepresidente asistente de la política del trabajo, la seguridad, y la sanidad para la National Association of Home Builders (NAHB), dijo en referencia al aumento de la tasa: “Es algo de que estamos conscientes. Ha habido mucha discusión recientemente, entre los últimos cinco u ocho años, que el obrero latino o hispano tal vez tiene más riesgo para un accidente o herida en la construcción.”
Los factores
• Perez cree que el culpable subyacente es la falta de conocimiento de la seguridad por parte de los obreros y los contratistas. Los obreros latinos vienen de una cultura de trabajo que no enfatiza la seguridad, lo cual contrasta las reglas y regulaciones los estadounidenses encuentran diariamente, él dijo.
“Para estos individuos, particularmente los de América Central y Sudamérica y México, no hay una cultura ni movimiento para enfatizar la necesidad para la seguridad. Entonces, cuando ellos vienen aquí, todo es nuevo,” Perez dijo.
• Otros han atribuido la tasa alta a la falta de entrenamiento de los obreros latinos en su idioma nativo de español. Aunque ya existe una ley federal que requiere que los materiales de entrenamiento estén escritos en un idioma entendido por los obreros, la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) no tiene los recursos ni el número de trabajadores para inspeccionar cada director o contratista para asegurarse que sigan las reglas, dijo Jessica Martinez, director adjunto de la Council for Occupational Safety and Health (COSH), una organización de apoyo para los trabajadores.
Aparte del entrenamiento en español, ella añadió, hay una falta de inspectores de OSHA que hablen español. “Tener un inspector que pueda hablar con los obreros en un lugar seguro en la lengua que entienden les ayudaría a aplicar la ley,” ella dijo.
Julio Usera, 36, vive en la Ciudad de Nueva York, y ha trabajado en la construcción por 12 años. Aunque él hable inglés, reconoce que la barrera idiomática es un gran problema para muchos de sus compañeros de trabajo. “Los contratistas trabajan en inglés,” Usera dijo. “Deben ofrecer el entrenamiento en inglés y español, para que las personas que no saben inglés puedan tener la oportunidad de trabajar.” Él añadió que si los obreros latinos no reciben el entrenamiento correcto, es su propia carga encontrarlo. “Ellos tienen que aprender. No tienen una opción. Tienen que trabajar. Tienen que darles de comer a sus familias.”
Usera dijo que, muchas veces en las obras, otros obreros que no son bilingües le recurren a él y a otros que saben inglés para ayudarles a entender las instrucciones del contratista. “Los que saben inglés y español, ellos les dicen lo que es necesario hacer,” él dijo.
• Según muchas fuentes, es probable que los obreros latinos de la construcción tengan los trabajos más peligrosos dentro del equipo laboral.
Rebecca Smith, director adjunto de la National Employment Law Project (NELP), una organización de apoyo e investigación para los trabajadores, concentra sus investigaciones en los trabajadores inmigrantes. Ella cree que a menudo los empleadores se aprovechan de los obreros inmigrantes que quizás no sepan las reglas o que no puedan pedir ayuda.
“Para los obreros latinos inmigrantes, muchos empleadores usan el estatus de inmigración como una arma para prevenir quejas, y, en algunos casos, deportar a la persona que se queja,” ella dijo. “Muchos estudios han mostrado que los trabajadores inmigrantes tienen los trabajos más peligrosos y más difíciles.”
Martinez está de acuerdo de que, muchas veces, a los latinos se les asignan los trabajos más arriesgados porque no es probable que ellos digan lo que piensan o si tienen preocupaciones, o que ellos pidan trabajos más seguros y para los que tienen un sueldo mejor.
Ella dijo: “A veces, la producción tiene prioridad sobre la garantía que los trabajadores están seguros y sanos, y que pueden llegar bien a sus familias.”
• Otro factor: No es probable que los inmigrantes indocumentados sean miembros de sindicatos o que trabajen para empresas de construcción muy grandes.
Peter Philips, experto de la fuerza laboral de la construcción y profesor de la Universidad de Utah, dijo: “Inmigrantes indocumentados suelen trabajar desproporcionadamente en el sector residencial, sin cobertura de los sindicatos, en empresas más pequeñas, con menos supervisión de OSHA.”
Sin la representación de los sindicatos y como parte de una empresa más pequeña, es posible que los inmigrantes indocumentados no reciban las mismas protecciones ni entrenamiento como los otros obreros, él dijo.
Philips añadió: “A pesar de que los ciudadanos latinos tienen la misma tasa de sindicalización como los no latinos, los latinos indocumentados están sindicalizados desproporcionadamente en empresas más pequeñas, y recién empiezan a trabajar en la industria, y son más jóvenes. Ésa es la raíz del problema,” él dijo.
Después de la recomendación de un amigo, Usera se unió a la organización de la United Hispanic Construction Workers (UHCW), una coalición sin fines de lucro de obreros de construcción que les ayuda a los obreros encontrar trabajo.
Usera recibió su entrenamiento de OSHA para la organización de UHCW, que pagó para el curso. “Si no eres parte de algún tipo de organización o sindicato, es difícil conseguir un trabajo en la construcción,” él dijo.
• Además de todos estos factores posibles, una tendencia general de la construcción puede tener un efecto también. Cuando las empresas de construcción luchan para llenar los puestos abiertos con trabajadores cualificados, los novatos ingresan en la industria sin experiencia y con mayor posibilidad de heridas.
“Sea latino o sea alguien que habla inglés, hemos visto algunas estadísticas que dicen que dentro del primer mes o año en el trabajo, esos obreros están en riesgo porque no tienen la experiencia y no entienden los peligros,” Matuga dijo.
El papel de OSHA
Un informe de la American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO), una organización nacional de sindicatos, examinó el impacto de OSHA en la seguridad para lugares de trabajo. Según el informe, las agencias del gobierno federal y del estado incluyen menos de 2.000 inspectores que son responsables por 8 millones de lugares de trabajo dentro de su jurisdicción. Actualmente, entre los inspectores federales y del estado, hay un oficial por cada 67.847 trabajadores.
Los castigos para una violación de OSHA han aumentado un poco debajo de la administración de Obama, pero la AFL-CIO cree que no son suficientemente graves para preocuparles a los empleadores y las empresas. Durante el año fiscal de 2013, el castigo promedio para casos de fatalidades en un lugar de trabajo investigado por inspectores del estado de OSHA fue $6.100, y $5.600 por inspectores federales, según el informe.
“Sólo es una amonestación menor para algunos de estos empleadores,” dijo Martinez.
OSHA sólo requiere castigos penales para casos con “violaciones deliberadas” que resultaron en la muerte de un trabajador, el informe dijo. Se han procesado 84 casos penales desde 1970, y los acusados han cumplido un total de 89 meses en la cárcel.
Martinez enfatizó que OSHA hace todo lo posible con sus fondos, y ella cree que más recursos para la agencia son necesarios.
Sin embargo, otras personas en la construcción creen que el problema no es la aplicación de las regulaciones de OSHA, sino que la aplicación por parte de los empleadores de las reglas que ya existen.
Matuga dijo: “Les incumbe a los empleadores y los empleados asegurarse que entienden las reglas y que las siguen… Nuestra perspectiva es que OSHA está allí haciendo cumplir la ley.”
OSHA no ha respondido a nuestra petición de comentario.
El buen juicio empresarial
Muchas organizaciones gubernamentales y asociaciones de los constructores y contratistas alientan a sus miembros a entrenar a sus trabajadores bien y en sus idiomas nativos, no sólo por razones de seguridad, sino para el presupuesto de la empresa.
Según Matuga, se requiere que casi todas las empresas en cada estado tengan el seguro de accidentes del trabajo. Las aseguradoras a menudo ofrecen su propio entrenamiento para los clientes, incluyendo entrenamiento de seguridad en muchas lenguas. Cuando las empresas de construcción se aprovechan de este entrenamiento, es posible que la aseguradora les dé un descuento para su prima del seguro.
“Hay ahorros significativos si las empresas hacen lo correcto, si tienen programas de seguridad o si ofrecen el entrenamiento para sus obreros, porque las aseguradoras lo reconocen. Ahora, el riesgo de tener un accidente se ha disminuido,” dijo Matuga.
Perez cree que la mayoría de contratistas se dan cuenta de que y reconoce los riesgos y las regulaciones. “Ellos saben que van a estar castigados si alguien de OSHA aparece y hay violaciones. Pero, también, saben que si hacen todo [el entrenamiento], sus primas del seguro van a mejorar un poco.”
Las soluciones posibles
Constructores, contratistas, y organizaciones de apoyo les ponen la responsabilidad para combatir el problema de la tasa de fatalidad más alta para los latinos a personas diferentes en la industria.
HACIA concentra en el entrenamiento para los contratistas y los dueños de las empresas de construcción para asegurarse que reconoce los riesgos y que mantienen las obras tan seguras como sea posible.
Perez dijo: “Especialmente si [el conocimiento de las reglas] viene del dueño de la empresa, hay un entendimiento evidente del obrero. Es positivo para la industria. Pienso que cuando empezamos a despertar conciencia, definitivamente empezamos a contrarrestar este problema.”
Los empleados y los empleadores tienen una responsabilidad colectiva de hacer un cambio, según Matuga. “Es importante que los obreros entiendan los riesgos, pero también, es necesario que el empleador les entrene sobre los peligros y sobre lo que van a encontrar en la obra. Eso definitivamente es un problema, el asegurarse que los obreros tengan el entrenamiento, y asegurarse que sigan las reglas,” él dijo.
Smith prioriza el conocimiento de los derechos de trabajadores. “Los empleadores que tienen control sobre los lugares de trabajo y sobre la seguridad y la sanidad tienen la habilidad de educarles a los trabajadores y asegurarse de que saben sus derechos, y para proveer los recursos para que se sientan seguros,” ella dijo.
Smith también enfatizó la importancia de grupos de la comunidad y de grupos del apoyo, que son otro recurso para los trabajadores que quieren educarse sobre la seguridad y sus derechos.
Brian Turmail, el director ejecutivo superior para los asuntos públicos para la Associated General Contractors of America (AGC), dijo que la AGC ha actuado para descubrir la raíz del aumento de fatalidades para todos los obreros de construcción. La asociación ha juntado con la Universidad Técnica de Virginia para examinar la causa de cada muerte de un obrero de construcción durante los últimos tres años, y, después, van a publicar las conclusiones en el verano.
“Nuestra preocupación es que no sabemos lo suficiente sobre las razones por estas fatalidades en nuestra industria. Hemos aceptado la responsabilidad de hacer esa análisis para poder contestar preguntas como, ‘¿Por qué aumenta la tasa de fatalidad para los latinos y no para los no latinos?’ … ‘¿Es la barrera idiomático un problema?’ ‘¿Hay conflictos de cultura?’” Turmail dijo.
También, casi todas las fuentes citan el entrenamiento bilingüe como el factor clave para combatir el problema. Información de entrenamiento de OSHA es disponible por Internet en inglés y español, además del entrenamiento de HACIA para los contratistas, los materiales de la seguridad de la NAHB, y los cursos del entrenamiento de OSHA por la Cruz Roja en la Internet.
Usera está seguro de una cosa: Las obras de construcción son más peligrosas para los obreros latinos que no hablan inglés. “A veces, los que no hablan inglés, están trabajando con personas que no hablan ni una palabra de español, y si algo va a pasar, es difícil decirles qué está ocurriendo,” él dijo.